Ahora mismo no te extraño.
No es que me des igual...
Pero no te sitúas entre lo más importante.
Soy así de cruel contigo;
soy así de fiel conmigo.
Y no me arrepiento.
Hay días que no te aguanto,
hay gestos que desantan mi furia.
Hay momentos explosivos que dominan mi noción.
Y se agobia, se agobia.
Entonces paro a pensar.
Cuando te hartes de mí.
Cuando no quieras volver atrás.
Cuando puedas vivir sin mi ocasional arrogancia:
adoradora caeré a tus pies. Y lloraré
como una plañidera bien pagada.
Me moriré por tu amor.
No habrá labios en la tierra que desee
con igual desespero.
Y mientras muero de pena me diré:
¡Qué puerco el amor!,
¡Qué rabia, asco y dolor!,
¡Qué inevitable todo, a la vez que necesario!.
Se me sellarán los labios.
Se me pudrirá la lengua.
Se me secarán los ojos.
Se detendrá mi razón:
PUTO AMOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario