Me hizo gracia ayer cuando
desperté.
Bajé las escaleras y
me comí tu lámpara.
Hoy me desperté
en casa de mi madre.
Es extraño:
No me acordaba de nada.
Ni me dolía nada.
Ni escalera.
Ni lámapara.
Pero me di la vuelta
para buscarte.
Entre las sábanas.
Y encontré un cojín.
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