De como nos transportaba
... aquella canción.
Parecía no existir más que la nostalgia
que pronto nos abrazaría.
Como duele la hija de puta
pero engancha como una cerveza a otra
una noche verano.
Del verano del amor,
de las cálidas caricias del rencor.
Y luego,
las bofetadas de dolor,
una y otra y otra,
y aun no sé
qué mierda me liga
A tu mierda de vida
y a tu forma arbitraria de vivir.
En algún rincón de esta ausencia
vive la esperanza del no necesitar
más que un rayo de sol
alentante
para caminar...
lo mismo de siempre
corazón...
lo mismo de siempre.
Nos invaden unos tiempos de escasez emocional, de frío mental, de estatuas marmóreas que andan por las calles de siempre, en el planeta de siempre... Aquí, donde nada es suficiente, donde todo pasa desapercibido, donde no existe juicio real ni valores justificados... una sardina cualquiera está dispuesta a gritar... aunque sólo la escuchen las de su misma lata. Porque señoras y señores... podremos perderlo todo pero también no callar nunca, la palabra es omnipotente... siempre lo fue.
Evolution homosapien
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