Nos invaden unos tiempos de escasez emocional, de frío mental, de estatuas marmóreas que andan por las calles de siempre, en el planeta de siempre... Aquí, donde nada es suficiente, donde todo pasa desapercibido, donde no existe juicio real ni valores justificados... una sardina cualquiera está dispuesta a gritar... aunque sólo la escuchen las de su misma lata. Porque señoras y señores... podremos perderlo todo pero también no callar nunca, la palabra es omnipotente... siempre lo fue.
Evolution homosapien

Homosapien evolution
martes, 8 de mayo de 2012
POR CAMINAR NOS QUEDAN LOS DÍAS CUALQUIERA
El día que vine al mundo: fue un día cualquiera.
Mi vida y la de todos gira al rededor de un egocentrismo dañino.
No es muy importante algo para los demás.
Sin embargo, pasamos el camino andando equivocados.
Para empezar a vivir, hay que cambiar las metas elegidas.
Promulgar la actividad como símbolo de viveza.
No esperar a un día concreto en el que lo que más valió
la pena fuese la espera.
Todo acontece un día cualquiera... aprender a apreciarlos, solo
por eso, es mi meta, para no vivir y morir decepcionada.
viernes, 4 de mayo de 2012
INSOMNIO
Aceras que no terminan.
Piernas cansadas.
Cuerpos que se cruzan con el mío.
Bocas que hablan de lejos.
Tacones.
Y más aceras. Calles.
Contaminadas de alcantarillas,
contaminadas de cucarachas.
Debajo de mis pies.
Ojos que se caen como plomo
que se tira al agua.
Sonrisas que se derraman.
Entre los dientes. Y labios,
que se pintan de carmín.
Para camuflar ojeras.
Para desviar miradas.
Despierta.
Cansancio que se clava en la maleta.
Y me convierto en un macuto
que se transporta solo.
Miro hacia arriba: nubes.
Nubes blancas, descansadas.
Sobre el aire que las lleva.
Y yo no puedo dormir.
miércoles, 2 de mayo de 2012
DESCALZADA
tras paso, y otro más.
Cansarse. Detenerse.
Sobre una silla de mimbre. Sentarse.
Oír el crujir al moverse cuando
te quitas las botas.
En la ventana, delante:
te hablan por sus lenguetas.
Eres todos los impulsos para caminar.
Eres todos tus pasos.
Eres tus zuelas gastadas.
El resto de caca de perro
que recoges junto al nº 39 de caucho.
Eres tu forma de abrocharte las hevillas.
De atarte los cordones. Y cuando
te los desatas, y los postras frente a tí.
En el suelo.
Te das cuenta:
Eres tus zapatos.
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