Cierra la puerta.
Que estoy cansada de mí.
No sé a dónde voy.
Cierra la puerta.
Cierra la puerta,
porque aquí,
los días de sol son un regalo
y los de buen humor la octava maravilla.
Cierra esa puerta,
porque me congela el aire
que entra y se mete en mi ropa.
Y me deja los huesos escarchados.
Cierra esta puerta,
porque estás al otro lado,
y si no existe aislante
voy a impregnarte de mis manos,
voy a derramarme en tu cuerpo
como si no existiera tiempo,
voy a quererte hasta en la sopa.
Voy a extrañarte a tu lado.
Cierra esta puerta que guarda,
manchada en tinta,
en una esquina,
mi cordura.
Que estoy cansada de mí.
No sé a dónde voy.
Cierra la puerta.
Cierra la puerta,
porque aquí,
los días de sol son un regalo
y los de buen humor la octava maravilla.
Cierra esa puerta,
porque me congela el aire
que entra y se mete en mi ropa.
Y me deja los huesos escarchados.
Cierra esta puerta,
porque estás al otro lado,
y si no existe aislante
voy a impregnarte de mis manos,
voy a derramarme en tu cuerpo
como si no existiera tiempo,
voy a quererte hasta en la sopa.
Voy a extrañarte a tu lado.
Cierra esta puerta que guarda,
manchada en tinta,
en una esquina,
mi cordura.
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